lunes, 22 de octubre de 2012

El portero

Hoy el señor que cuida la puerta de todo el complejo residencial me miró y me preguntó si estaba bien. Me paré en seco. No conozco a este hombre. ¿Tan mal se me ve?

—Ehh...más o menos, ¿por qué la pregunta?
—Es que usted siempre saluda. Cuando pasa por acá siempre me dice buenos días y buenas noches. Siempre. Y hoy iba a pasar de largo.

Solo pude dar mi mejor intento de sonrisa, junté las pocas ganas que deambulaban en mí y dije:

—Buenas noches.

Y la vida siguió su curso, como siempre.

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